Hace más de 100 años que, en la localidad madrileña de Chinchón, se seleccionan semillas de anís verde de primerísima calidad para macerarlas y destilarlas en alambiques de cobre. Un proceso de elaboración tradicional y respetuoso con el medio ambiente que ha valido al anís Chinchón el reconocimiento como Indicación Geográfica Protegida y la devoción incondicional de varias generaciones de españoles en cuyas sobremesas nunca puede faltar este licor digestivo seco, fuerte y de sabor anisado.